sábado, 19 de julio de 2014

Archielago Bazaruto: isla de Magaruque

Desayunamos en el apartamento antes de salir con Loïc hacia el sitio del embarque. Nos recoge un taxi y allí, nos encontramos con el resto del grupo: los dos suizo- alemanes, Claudia ( medio española medio alemana) con su amiga alemana, Ana y su novio turco. Ana es una española simpatiquísima con madre suiza que vive en Ginebra.
El grupo funciona muy bien enseguida. El día está un poco ventoso pero con un grupo así de majo todo fluye. Desembarcamos en la isla y todos menos Serge (que le duele mucho el tobillo) salimos a dar la vuelta a la isla. Es preciosa con dunas, vegetación y una pequeña colonia de flamencos rosas.
Emili los ve extasiado junto con Loïc.





















Mientras tanto Serge se dedica a conocer los fondos marinos de la playa. Nos volvemos a juntar todos y buceamos mientras esperamos a que nos hagan la comida.



Muertos de hambre nos comemos el excelente pescado (pez espada) que ha cocinado Giorgio, nuestro capitán. Tras descansar un rato, algunos van a la zona de buceo.
 Hemos tenido que esperar a que baje la marea. Emili ve muchísimos peces de colores, un pulpo enorme asustado deja un nube enorme de tinta. Hay pequeñas rayas y algunos corales. Emili se corta la mano con los corales.
Ay... pupa
El pulpo miedoso

Serge aprovecha para hacer la siesta. Al final también se cortan Loïc y la alemana. 
Todo el grupo

El viaje de vuelta es de comunión total del grupo. Izan  la vela a la manera típica de la zona. El resultado no es espectacular pero la actuación es sobresaliente. A la llegada acordamos vernos en el hotel de la lado nuestro más tarde. Compramos recuerdos a un artesano con muy buen gusto. Nos llevan a casa un par de simpáticos mozambiqueños que nos insisten en que salgamos luego de fiesta en la disco local "África bar". Tras asearnos cenamos con Loïc en el " Zombie Cucumber" justo al lado del hotel. Utilizando el wi-fi del local aparecen los 10 españoles de Tofo y la gente de la excursión con los que nos tomamos unas copas. Con Ana y su novio está Claudia y el capitán del barco Giorgio. Después de un rato muy agradable y aprovechando que Giorgio es del pueblo vamos a la disco. Serge decide tomarse la última en el bar y cotillear por internet la lista de destinos provisional de los profesor de Lanzarote (por cierto kati, bienvenida a Yaiza). La disco nos sorprende por el tamaño y la decoración, toda con temas africanos. Aunque al principio no hay mucho ambiente, poco a poco se va llenando. Bailamos un buen rato y tras contarnos "vida y obras" nos separamos para descansar. Emili se toma la última cerveza con Loïc antes de volver en un agradable paseo al hotel. Vilankulos es una zona muy tranquila y segura, incluso a esas horas de la noche. Nos despedimos ya que  el pobre Loïc sale hacia Maputo a las 4 de la mañana (el horario típico de las guaguas de largo recorrido en Mozambique).











2 comentarios:

  1. A bailar en el Afro Bar!! mueve tu VilanCULOS!! lo pasamos muy bien. Un saludo. Ana y Alper

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  2. Besos para los dos... Nosotros ya de vuelta del Kruger. Seguimos en contacto

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