swuazilandia es un país muy tranquilo. Tiene buenas carreteras pero no encontramos ningún sitio para hacer un picnic. Los trámites en la frontera aunque son un poquito burocráticos pasan todos muy rápido. Hay esto de las cuatro llegamos al hotel que habíamos reservado por la mañana. Se llama Malandelas y es un sitio maravilloso tiene un poco de todo: un restaurante muy correcto, un pub, una sala de teatro, una sala de exposiciones, una tienda de artesanía preciosa y un jardín botánico todo junto. Además la habitación es preciosa (cada habitación del hotel lleva el nombre de un color con el que está decorada). La nuestra se llama roja
Visitamos el complejo y hacemos algunas compras en la tienda anexa.
Cenamos en el restaurante del complejo y después tomamos un montón de copas en el bar de al lado donde han puesto una pantalla de proyección con un cañon para ver el partido de fútbol de Holanda contra Argentina. Nos quedamos hasta los penaltis para ver cómo desgraciadamente al final gana Argentina. Hace un frío que pela y eso a pesar de que han puesto tres estufas llenas de leña. Al final algo piripis nos vamos a dormir. Es increíble lo baratas que son las copas en estos países (1.7 € el gin-tonic).





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